Os quiero contar porque desde SDS Training vemos la necesidad de que los profesionales de hoy en día estén en continua formación. Ayer estaba escuchando en la radio una interesante entrevista al jefe de cardiología de un hospital de Madrid y entre las muchas cosas interesantes que comentó me llamó la atención que dijo: “si durante 3 años dejo de formarme, me quedaría totalmente obsoleto y fuera de la realidad”
¿Cómo es eso posible?, ¿acaso la forma del corazón, su funcionamiento, las patologías, etc. puede cambiar?, supongo que no, aunque bien pensado seguro que sí cambiarán las herramientas de diagnóstico, instrumental y técnicas para operar, etc.
Lamentablemente en el mundo de los negocios existen muchos CEOs, mandos intermedios, jefes, y jefecillos, pequeños empresarios y autónomos, y también empleados que piensan que ya se han formado lo suficiente (en la universidad o en aquel curso que hizo hace 12 años) y que la experiencia que tienen y que van adquiriendo es más que de sobra para el excelente desempeño que tienen.
Por supuesto que no comparto esa idea, aunque desde un punto de vista de falta de fe en la formación lo entiendo. En mi opinión, al menos cada 2 ó 3 años es más que conveniente realizar alguna formación, es importante la formación continua.
¿Cuáles son las razones? Muy sencillo, aprender nuevas herramientas, escuchar otros puntos de vista que te pueden ayudar a poner en duda los tuyos o también a reafirmarlos, saber cómo es el mercado fuera de tu ámbito de trabajo habitual, conectarte de nuevo con el uso crítico del cerebro y repensar en cosas que tienes asentadas como definitivas, en definitiva salir de tu comodidad y ver más allá de lo de siempre.
Decía Malcolm X:
“La educación (formación) es el pasaporte hacia el futuro, el mañana pertenece a aquellos que se preparan para él en el día de hoy”
Yo pienso que eso es exactamente igual para los profesionales que no se quieran quedar atrás en el mundo del siglo XXI donde todo cambia y todo va muy rápido.
¿En qué me puedo formar?, eso lo debes pensar tú, quizá en idiomas, en habilidades profesionales, en tecnologías, en herramientas ofimáticas, en técnicas relativas a tu profesión (comercial, derecho, ingeniería, relaciones laborales, mecánica, etc.). Traza un plan a varios años vista, para ti o para tu equipo, busca en quién confiar para llevarlo a cabo y ponte en marcha porque el futuro puede ser tuyo.
¿Has pensado ya en qué te debes formar?
Publicado por Enrique Sobreviela de la Vara